Dios te salve, Dios te salve
Reina de las marismas
Madre de Dios y nuestra
Blanca paloma de la paz
Y vida, esperanza verdadera
Dios te salve, y salve a tus romeros
Errantes peregrinos en la tierra
Que gimen sin consuelo en este valle
De llanto y de tiniebla
Herencia dolorida de la primera Eva
Vuélvenos tu mirada
Abogada y maestra
Celestial mediadora y amorosa pastora
De la gris marismeña
Muéstranos a tu buen pastorcillo
La divina cosecha de tu vientre bendito
Que a tu amado redil alimenta
Oh, clemente, y piadosa y paloma almonteña
Siempre Virgen María, si tu dulce rocío nos riega
Santa madre de Dios, nos hará merecer su promesa
Y podremos al fin de los días habitar las marismas eternas
Santa madre de Dios, nos hará merecer su promesa
Y podremos al fin de los días habitar las marismas eternas